lunes, 30 de enero de 2012

EXPOSICION DE CANITO EN EL MUSEO TAURINO DE ROQUETAS DE MAR



TAUROMAQUIA CON LA EXPOSICION FOTOGRAFICA DE CANITO

EL GENIAL FOTÓGRAFO DE 99 AÑOS CONFESO QUE UNA DE SUS ABUELAS ERA DE
CANTORIA

Llegó al Museo Taurino de Roquetas de Mar sin su típica gorra. Es un legendario
fotógrafo que a sus 99 años continua trabajando. Ha vivido con siete generaciones
de toreros en España. Su obra es espectacular y una parte de ella se puede
disfrutar hasta finales de marzo en el Museo Taurino de Roquetas. Este especial
homenaje a Francisco Cano Canito le ha traído hasta Roquetas, después de
confesar que la abuela que más quiso era natural de Cantoria.

La muestra de Canito fue inaugurada el pasado jueves por el alcalde de Roquetas
de Mar, Gabriel Amat. Como personaje de excepción estuvo Canito que a sus 99
años relato algunas de sus vivencias a lo largo de 70 años de profesión y causó
admiración a las generaciones de toreros más jóvenes de Almería a los que dio
algunas nociones de la forma de torear de algunas figuras. Canito tiene claro que
Manolete fue una gran persona y que el mejor sobre el albero es José Tomas.

Testigo en Linares en la tarde trágica de la muerte de Manolete, Canito recibió
de manos de Amat el escudo de Roquetas de Mar y posteriormente le impuso el
primer pin del Museo Taurino, con motivo del quinto aniversario del Museo Taurino.
Canito muy emocionado aseguró que “estoy muy orgulloso de estar en esta tierra,
aunque yo tengo algo de aquí, porque mi abuela nació en Cantoria. Para mí es un
orgullo estar aquí hoy porque así la recuerdo a ella. Me queda poco de vida, pero
siempre les voy a recordar con cariño por este recibimiento”.

Canito lleva toda una vida ligada al mundo del toro. Tras un breve paso por los
cuadriláteros de boxeo, continuó la tradición familiar al intentar ser torero. De este
modo, compaginó las oportunidades en el ruedo con la fotografía, y precisamente
esa versatilidad pronto le hizo ganarse fama como la persona capaz de atrapar los
instantes más plásticos de una faena. La cámara ha sido siempre como su novia.

Como fue novillero, «y sabía cuando tenía que disparar», fue demandado por
todas las figuras del toreo desde que se cortó la coleta en 1943. «Y así le he
dado de comer a mis seis hijos», comenta orgulloso. Eso sí, se lamenta de no
haber patentado una idea que llevó a la práctica antes que nadie: el zoom. Canito
asegura que fue el inventor al adjuntarle unos tubos a la que aún hoy es su
máquina predilecta, una Leica. «Si lo llego a registrar me hago millonario, y no

estaría tieso”, comenta.

Lo cierto es que el invento evitaba llevar tres cámaras colgadas del hombro, y
facilitó su trabajo para medios como ABC, Dígame, Marca, El Ruedo o Aplausos,
entre otros. En total miles de fotos históricas que hoy se exhiben en diversas
exposiciones y en su último libro, El Mito de Cano, y que incluye instantáneas de
Lucía Bosé, la Emperatriz Soraya, Gary Cooper, Charlton Heston, Sofía Loren,
Concha Piquer, Carmen Sevilla o Rocío Jurado, entre otros.

Pero entre todos estos testimonios del mundo del toro y su entorno, sin duda hay
un hecho que marcaría definitivamente su leyenda: ser el único testigo gráfico de
la cogida y muerte de Manolete el 28 de agosto de 1947. “Fue una casualidad, ya
que fui junto a Luís Miguel Dominguín para que me pagara unos trabajos que me
debía. Si no es por eso, no habría habido fotografías de esa tarde”, asegura. La
serie de la cogida, su paso a la enfermería y su semblante inerte en el ataúd son
piezas históricas.

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